EL ESPACIO NEGATIVO: la segunda habilidad de "Aprendiendo a Dibujar con el Lado Derecho del Cerebro"

Aprender a dibujar es una habilidad que se adquiere como muchas otras: con la práctica y la comprensión de ciertos conocimientos. Muchas personas logran desarrollarlo solos, tal vez en la niñez y la adolescencia, pero también es posible hacerlo en la vida adulta.

Actualmente se afirma que dibujar es fácil porque, técnicamente, cualquiera puede tomar un lápiz y desplazarlo como quiera sobre un papel. Este es un principio que nos invita a desarrollar la inventiva y a aprovechar la libertad. Sin embargo, para la mayoría, aún para los no iniciados, dibujar es el equivalente a copiar de la realidad y es una meta muy frecuente. En muchas escuelas de arte esta última idea tiene aún vigencia.

El método de Betty Edwards

Para revisar el concepto de observación, recurriremos al método de Betty Edwards con su libro "Aprendiendo a Dibujar con el Lado Derecho del Cerebro".

La autora nos anima a observar a la manera de los artistas y, como el nombre del libro ya sugiere, la técnica se basa en los descubrimientos científicos sobre las funciones cerebrales, donde la interpretación espacial se ubica en un lado del cerebro (en principio el derecho), mientras que el otro lado aloja funciones altamente dominantes para casi todo ser humano: el lenguaje y el razonamiento lógico.

Usualmente, estas últimas funciones (las dominantes) tienden a interferir con las otras, entre ellas las que ocupamos para dibujar. A veces la interferencia puede ser muy fuerte y, en su libro, Edwards nos enseña cómo evadirla.

Su método pedagógico es mundialmente reconocido y utilizado en muchas escuelas de arte. Menciona que el dibujo requiere del desarrollo de 5 habilidades básicas de observación: 
1- La percepción de los contornos
2- La percepción de los espacios (espacios negativos)
3- La percepción de las relaciones (ángulos y relaciones)
4- La percepción de las luces y las sombras (claroscuro)
5- La percepción de la totalidad (Gestalt)

En la práctica pedagógica siempre me ha sorprendido el efecto que puede tener el dominio de la segunda habilidad: la percepción del espacio negativo. Cuando un estudiante la descubre, puede resultar en un notable salto de calidad.

Qué es exactamente dibujar el espacio negativo

Sabemos que hay espacio alrededor de los objetos, entre los objetos, o entre las partes abiertas de un objeto. Betty Edwards nos muestra por medio de una silla cómo funciona esto. Lo más fácil es identificar cualquier espacio que esté rodeado de material, por ejemplo un hueco en el respaldar de la silla. Su consejo es:

💥"No dibuje la silla del todo, en su lugar, dibuje los espacios negativos de la silla".

Ese hoyo tiene una forma específica:

💥“Mantenga allí la vista y espere hasta que pueda ver el espacio como forma. Es importante recordar que esto llevará algo de tiempo, uno o dos momentos”. 

Esto también funciona con espacios abiertos, solo que son un poco más difíciles de visualizar:

Decimos, entonces, que la silla es la forma positiva y los huecos y espacios alrededor, las formas negativas. Ambos tipos de formas tienen igualdad de importancia en el dibujo. Si un espacio negativo tiene una proporción incorrecta, el positivo también será incorrecto.

La percepción de los espacios negativos reúne muchas otras relaciones, como la percepción de los contornos y, además, contribuye a que la composición se sienta unificada.

Para concluir, el ejercicio del espacio vacío como tal se lleva a cabo sin dibujar las zonas internas o positivas del objeto, pues solo debemos visualizar y dibujar los espacios negativos, para armar una especie de rompecabezas que construye nuestra figura de forma que la podemos reconocer.

En la práctica el dibujo del negativo y del positivo es simultáneo, debemos percibir y observar ambos.

Para finalizar, recomiendo este video, que es un estracto de un curso de Betty Edwards del tiempo del VHS. Describe muy bien el proceso de dibujar el espacio vacío.

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